quarta-feira, 11 de setembro de 2019

Debaten en Cuba sobre acoso laboral e institucional


Foto: Francisco Rodríguez

por Francisco Rodríguez

Venga de donde venga, cualquier conducta que dañe al ser humano, en nuestro país va a hallar siempre rechazo, expresó José Alexis Ginarte Gato, presidente de la Unión Nacional de Juristas de Cuba (UNJC), al inaugurar en la jornada vespertina del miércoles el V Congreso Iberoamericano sobre acoso laboral e institucional, que sesionará durante tres días en La Habana.

Ante alrededor de 150 especialistas y activistas, incluido medio centenar de participantes de otras naciones hispanohablantes, Ginarte Gato hizo énfasis en el valor que concede la nueva Constitución cubana a la dignidad humana, lo cual conecta directamente con la problemática que estará a debate en el encuentro.

Florencia Pinto Troncoso, presidenta de la Red Iberoamericana por la Dignidad de las Personas, iniciativa que convoca estos congresos, apuntó que el acoso no solo es un problema laboral, sino también institucional, al hacer referencia, además, a nuevas manifestaciones del fenómeno como el ciberacoso, “con consecuencias muy tremendas” para las personas.

La experta animó a visibilizar, prevenir y adoptar protocolos para sancionar el acoso en caso de que se presente, pues hay evidencias de que es un mal generador de mucho sufrimiento.

La integración social de las personas trans como política pública en Cuba fue el tema de la conferencia inaugural que impartió la Doctora en Ciencias Mariela Castro Espín, diputada y directora del Centro Nacional de Educación Sexual –otra de las instituciones que coauspician la cita–, quien abundó sobre la existencia de políticas de inclusión y justicia social en la isla.

No obstante, Castro Espín reconoció que todavía existen prácticas sociales discriminatorias, según su investigación doctoral, que propuso un sistema de acciones para integrar a ese sector poblacional, a partir de la sensibilización de decisores, la formación de especialistas y el protagonismo ciudadano de las propias personas trans.

En tal sentido, la sexóloga resaltó el proceso de reformas en curso en Cuba que apunta hacia una mayor comprensión, reconocimiento y garantía de derechos para las personas con sexualidades no hegemónicas, donde sobresalen el nuevo texto constitucional y la futura modificación del Código de Familia.

Un momento singular de la tarde resultó el monólogo de la reconocida actriz Camila Arteche, como parte de la campaña contra la violencia de género que promueven diversas instituciones estatales y organizaciones de la sociedad civil cubana, bajo el lema Evoluciona: el acoso te atrasa.

Lydia Guevara Ramírez, organizadora por la UNJC, informó que los países representados son Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Ecuador. También hay delegaciones de México, Nicaragua, Guatemala y España.

Esta es la primera vez que este Congreso se realiza en Cuba, pues las anteriores ediciones correspondieron a México, Argentina, Brasil y Colombia, destacó Guevara Ramírez.

En la sesión de apertura estuvieron presentes, también, la directora de Relaciones Internacionales del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, Miriam Lau; así como Rufina Hernández y Mercedes Díaz, representantes, respectivamente, del Tribunal Supremo Popular y de la Organización Nacional de Bufetes Colectivos.

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Por un entorno laboral libre de violencia





Cuba cuenta con una política de oportunidad, de apertura, de empoderamiento de la mujer y de protección a los trabajadores que la distingue del resto de los países de la región latinoamericana, sin embargo, no está ajena al fenómeno de la violencia laboral. Es un tema que conviene estudiar y atender, para seguir avanzando en ese camino de conquistar toda la justicia.
Con tales propósitos se desarrolló recientemente el V Congreso Iberoamericano sobre acoso laboral e institucional, que reunió cerca de 150 especialistas y activistas. El evento permitió acercarse a lasinvestigaciones que se desarrollan sobre el tema para contribuir a su comprensión y a la búsqueda de soluciones mediante políticas públicas.
En el contexto cubano no hay muchos estudios, pero eso no significa que se deba negar su existencia,confirmó a Granmala coordinadora del congreso Lydia Guevara Ramírez,miembro de la Unión de Juristas de Cuba y de la Sociedad Cubana de Derecho laboral ysecretaria de la Asociación latinoamericana de abogados laboralistas.
Lo más frecuente, explica la especialista, es el maltrato a otra persona con sobrecarga de trabajo, horarios extenuantes y falta de seguridad en el empleo; y eso ocurre en el sector estatal y en el privado, aunque es en este último donde más se da.
Al respecto, LisetMailén Imbert Milán, licenciada en Derecho y asesora jurídica del Centro Oscar Arnulfo Romero, añade que esto conlleva a una mirada intencionada a nuestro Código de Trabajo. Esta norma establece la obligación del empleador de velar por la integridad física y sicológica de sus trabajadores, pero lo que hemos aprendido en estos días de congreso evidencia que se necesita de un perfeccionamiento y, tal vez, de la publicación de nuevas normas en función de los procesos y de los tipos de procesos que puedan hacer los trabajadores.
Con ello coincidió la doctora y profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de La Habana, Marta Prieto Valdés, quien destacó que, si bien el perfeccionamiento de la normativa laboral es pertinente, de cara a visibilizar fenómenos como este; el texto sí prevé el derecho a la igualdad y al trato igual como principio rector de la legislación.
Los juristas tenemos el reto –dijo Lydia Guevara Ramírez– de que, desde la misma entrevista que le hagamos a la víctimade acoso o violencia laboral, no revictimizarla desde nuestro discurso, y brindarle toda la confianza y la seguridad institucional que necesita para enfrentar el proceso. Ello puede contribuir a que aumenten las denuncias.
Refiriéndose al V Congreso Iberoamericano sobre acoso laboral e institucional, cuyo principal organizador es la Red iberoamericana por la dignidad de las personas y las organizaciones, señaló que ha permitido tratar un conjunto de ejes temáticos entre los que resaltan todo lo referido a la violencia de género, en un enfoque de género y diversidades. Además, se han incluido otros asuntos relacionados con las condiciones de trabajo y el medioambiente laboral.
Sobre esto último explicó que una de las cuestiones que hacen más dañina la violencia laboral es su incidencia en la salud de las personas y su naturaleza pluriofensiva, pues ataca la seguridad y salud en el trabajo, la seguridad social y la supervivencia de las personas en cuanto a los temas salariales; todo lo cual se observa mucho en los países de nuestra región.
A nivel mundial existe consenso sobre la necesidad de una respuesta integral frente al acoso, pues, de acuerdo con un informe de 2018 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es un problema complejo y extendido, que no distingue fronteras, sistemas políticos, ámbitos de trabajo o categorías profesionales.
Los especialistas insistieron en la necesidad de seguir impulsando las investigaciones y estudios sobre lasdiferentes manifestaciones de la violencia en el trabajo, bajo la consigna de la importancia de lainformación y la formación, el tratamiento de las personas victimizadas, el combate y enfrentamientotanto legal como sindical, político y sobre todo humano. En primer orden la prevención, que es elelemento fundamental para reducir al mínimo el acoso y demás formas de violencia con incidencia en la salud física y mental de las personas y de toda la sociedad en su conjunto.

El acoso laboral interpela a la ley

Juristas cubanos opinan que la complejidad del acoso laboral demanda una
actualización legal y respuesta integral en el país. Foto: Ilustrativa.
La Habana, 2 Septiembre 2019.- (Especial de SEMlac).- Juristas cubanos opinan que la complejidad del acoso laboral demanda una actualización legal y respuesta integral en el país.
“No desconozco las garantías del derecho laboral y civil en Cuba, pero creo que ya estamos en el momento de usar una vía más para impedir que queden impunes conductas que antes parecían muy aisladas y hoy son más frecuentes y alarmantes”, afirma Marisol Zapata, asesora jurídica en la oriental provincia Santiago de Cuba.
Zapata argumentó la necesidad de tipificar el acoso laboral en el Código Penal cubano, al intervenir en el V Congreso Iberoamericano sobre acoso laboral e institucional, celebrado en La Habana del 28 al 30 de agosto.
“SIGUE SIENDO UNA INSUFICIENCIA EN NUESTRO PAÍS LA NO TIPIFICACIÓN DEL ACOSO COMO DELITO, POR ESO PROPONEMOS UNA REFORMULACIÓN DE LOS ILÍCITOS LABORALES EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO PENAL, DONDE SE INCLUYA EL ACOSO LABORAL”, INSISTIÓ LA JURISTA EN EL PANEL ACOSO LABORAL: TEMAS JUDICIALES.
Zapata no es la única; otras voces desde el ámbito legal abogan por legislar de manera específica distintas manifestaciones de violencia. La abogada Liset Mailen Imbert Milán es una de ellas.
La asesora jurídica del no gubernamental Centro Oscar Arnulfo Romero apuesta por la actualización del cuerpo normativo, pues conoce de limitaciones legales en la respuesta a la violencia de género y, en particular, al acoso en el trabajo, área en la cual se ha especializado.
“El primer avance es que se está reconociendo como problema, pero todavía falta tener una norma que satisfaga las necesidades e intereses de las víctimas, tanto en el sector estatal como privado”, declara la abogada a SEMlac.
A la ausencia de una norma, se le suma el poco conocimiento de la población y operadores del derecho sobre esta problemática. No obstante, poco a poco crece la sensibilización entre juristas y surgen experiencias puntuales de acompañamiento a víctimas.
Aymee Fernández Toledo, magistrada de la sala de lo laboral del Tribunal Supremo Popular, opina que la necesidad de perfeccionar las normas “surge de la realidad”.
“Es un fenómeno que está presente en nuestro contexto, ha venido rompiendo el silencio y manifestándose por sus múltiples aristas, pues involucra a diversas ciencias y reclama una protección particularizada y especial, al margen de que pueda encontrarse, con lo que hoy tenemos, una solución”, dijo Fernández Toledo respecto al acoso laboral en Cuba.
Durante su participación en el V Congreso Iberoamericano sobre acoso laboral e Institucional, la jueza compartió un análisis sobre la tutela judicial efectiva frente al acoso en Cuba.
“El principio tutela judicial efectiva puede explicarse al público de esta forma: poder acceder a la justicia y tener una vía para reclamar en condiciones de igualdad; transitar por un proceso legal en el que tengas todas las garantías y obtener una decisión que resuelva tu conflicto, y que esa decisión se pueda cumplir”, explicó Fernández Toledo a SEMlac.
En su criterio, existen recursos legales en el Código del Trabajo, el Código Penal y más recientemente la Constitución de la República de Cuba, que permiten avanzar en la resolución de los casos.

En 2014 el Código del Trabajo (Ley 116) estableció, entre otras disposiciones, la responsabilidad del empleador de “desarrollar adecuadas relaciones con los trabajadores, basadas en la atención a sus opiniones y quejas, la protección a su integridad física, psicológica y el debido respeto a su dignidad” (artículo 146).
La ley laboral también regula aspectos relacionados con la salud y seguridad en el trabajo, lo cual pudiera ofrecer una salida a hechos de acoso con impacto en la salud de las víctimas.
No resuelto el conflicto en el ámbito laboral, de acuerdo con la jueza, en el Código Penal existen figuras que permiten abrir otros procesos judiciales, entre ellas el delito de amenazas (artículo 284 y 285), coacción (artículo 286), delito contra el derecho de igualdad (artículo 295), incumplimiento de normas de protección e higiene del trabajo (artículo 296), aplicación indebida de medidas disciplinarias (artículo 297) y ultraje sexual, en la modalidad de acoso (artículo 303 b).
Respecto a la Constitución, refrendada en abril pasado, Fernandez Toledo destacó que esta, “al incorporar las garantías judiciales para la protección de los derechos constitucionales, amplió el ámbito de tutela frente al acoso en el trabajo.”
Según explicó la jueza, la Constitución incluye la previsión de derechos laborales (artículos 64-70, 40-44, 61), garantías jurisdiccionales (acceso a la justicia, debido proceso, tutela judicial efectiva reunidos en los artículos 92 y 94) y la acción constitucional directa en la restitución de derechos constitucionales vulnerados (artículo 99).
La existencia de estas iniciativas y posibilidades legales demandan de personal capaz de hacer una interpretación extensiva de la ley. También son necesarios servicios para la atención a las víctimas, pero más allá de esfuerzos puntuales, este es un tema pendiente a nivel nacional.
“LA VOLUNTAD POLÍTICA DEL ESTADO ESTÁ, PERO HACE FALTA SEGUIR AVANZANDO PARA HACER COHERENTES NUESTROS DISCURSOS CON LOS SERVICIOS QUE SE PRESTAN. HACE FALTA LLEVAR LOS SERVICIOS QUE EXISTEN EN LA CAPITAL A TODAS LAS PROVINCIAS DEL PAÍS, CON PERSONAL CAPACITADO Y SENSIBILIZADO”, REFLEXIONA MAILEN IMBERT.
Respuestas integrales a un problema global y complejo
Existe consenso sobre la necesidad de una respuesta integral frente al acoso, pues, según un informe de 2018 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es un problema complejo y extendido, que no distingue fronteras, sistemas políticos, ámbitos de trabajo o categorías profesionales.
La preocupación de la organización internacional cristalizó en junio de 2019, con la aprobación del Convenio 190 sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
El documento reconoce de manera amplia el acoso laboral y la violencia en el trabajo, al definirlos como “el conjunto de comportamientos y prácticas inaceptables, o de amenazas de tales comportamientos y prácticas, ya sea que se manifiesten una sola vez o de manera repetida, que tengan por objeto, que causen o sean susceptibles de causar, un daño físico, psicológico, sexual o económico, e incluye la violencia y el acoso por razón de género”.
Por su complejidad, especialistas insisten en la inclusión no solo del ámbito del Derecho, sino también de la Psicología, la Sociología, la salud pública y el trabajo social.
“Hay que prepararse y formarse previamente para luego construir las soluciones que propendan en un primer momento a la prevención, a la educación, a la creación de esa cultura de enfrentamiento, para luego, si llegan a fracasar esas alternativas, se le pueda dar una solución desde los órganos de justicia”, argumenta la jueza Fernández Toledo.
Compromiso político, moral y ético, conocimiento, sensibilización y herramientas específicas deben formar parte de esa respuesta integral e intersectorial al acoso laboral. Acciones que, más allá de lo formal, también implican al colectivo laboral, la administración y las organizaciones sindicales.
“Como asesora jurídica, atiendo tres empresas en la provincia Santiago de Cuba y en ellas hemos podido avanzar en algunas acciones que, desde los colectivos de trabajo, se pueden implementar para prevenir y abordar el acoso laboral”, declara Mileidy García Pla a SEMlac.
García Pla pone la mirada en el escenario laboral, donde funcionan los Órganos de justicia laboral, primera instancia en la que se dirimen conflictos y violación de derechos laborales.
La abogada diseñó una guía de propuestas para prevenir y abordar el acoso en el ámbito laboral, que contempla la inclusión de temáticas relacionadas con la violencia y el acoso laboral en el plan de capacitación del colectivo, directivos y representantes sindicales.
También propone incorporar en el convenio colectivo de trabajo una declaración de tolerancia cero al acoso y la violencia; incluir estas formas de violencia en los reglamentos disciplinarios y la evaluación de los riesgos laborales relacionados con la organización del trabajo y medio ambiente laboral.
“Se trata también de contar con acciones y mecanismos que incidan directamente en las estructuras y el ambiente laboral, porque sabemos que muchas veces allí existen mecanismos y prácticas establecidas que pueden dar pie al acoso laboral”, opina García Pla.

Especialistas debaten sobre acoso laboral como un problema regional

Por: Lirians Gordillo Piña
El acoso laboral es una forma de violencia en el trabajo que afecta, sin distinción, a los países de la región. Sobre esta compleja problemática debatieron asistentes al V Congreso Iberoamericano sobre acoso laboral realizado en La Habana del 28 al 30 de agosto.
El evento que se celebra desde 2011 ofrece una mirada actual a las manifestaciones e impactos del acoso laboral y los mecanismos existentes para darle respuesta.  Poner en el centro a las y los trabajadores, su bienestar y derechos, es el objetivo central de la reunión.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define el acoso laboral como “la acción verbal o psicológica de índole sistémica, repetida y persistente por la que, en el lugar o en conexión con el trabajo, una persona o un grupo de personas hiere a una víctima, la humilla, ofende o amedrenta”.
Durante los paneles se presentaron investigaciones y reflexiones de distintos países (Brasil, Colombia, México, Chile, Argentina, Nicaragua, España y Cuba) que apuntaron a rasgos comunes del acoso y violencia en el trabajo entre ellos abuso de poder, la precarización y deshumanización de las relaciones de trabajo.
 Cualquier persona y en cualquier ámbito, ya sea estatal o privado, puede ser víctima de acoso laboral. Sin embargo la discriminación por género, color de la piel, orientación sexual, discapacidad, religión u otras pueden ser detonadores del acoso y ubica como posibles víctimas a mujeres, personas negras y mestizas y de la comunidad LGBTIQ (lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, intersexuales y queers).
Para la jurista española Amparo Merino Segovia el acoso laboral es una forma de violencia de género con múltiples expresiones: techo de cristal, acoso sexual y sexista, la segregación vertical y horizontal, entre otras.
El techo de cristal se entiende por las barreras invisibles y obstáculos que impiden a las mujeres llegar hasta puestos de dirección; el acoso sexista se produce por el hecho de ser mujer y la segregación horizontal y vertical, según la autora,  es la feminización de determinadas áreas laborales y ámbitos de la economía casi siempre con menor reconocimiento, precariedad y remuneración.
Además de constituir una violación de derechos, el acoso laboral tiene consecuencias en la salud física y emocional de las víctimas, repercute negativamente en el ambiente de trabajo y la productividad.
Durante los paneles celebrados en la sede nacional de la Unión de Juristas, en La Habana, existió consenso sobre la complejidad de esta problemática que necesita del compromiso político de los Estados, las organizaciones sindicales y las empresas.
“No solo necesitamos las leyes, precisamos el compromiso de todos los actores sociales para erradicar el acoso laboral”, precisó Andrés Luiz Souza de Brasil.
La necesidad de mecanismos legales para la protección de las y los trabajados y la sanción del acoso y la violencia en el trabajo es un reclamo de quienes participaron en el evento. Otro de los actores fundamentales en la erradicación de esta problemática son los sindicatos cuyo liderazgo puede ser decisivo en la prevención del acoso a partir de su inclusión en los convenios colectivos de trabajo, reglamentos disciplinarios y actividades sindicales.
La aprobación en junio de este año del Convenio 190 de la OIT sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo constituye un paso de avance para el abordaje de esta problemática en los distintos países.
 “Es muy importante este convenio que tuvo una gran aceptación general pero ahora necesitamos que se aplique en los distintos países de manera concreta”, opina Lidia Guevara una de las organizadoras del Congreso. Hasta el momento ningún país a ratificado el Convenio 190 de la OIT
Por ello hace falta “trabajar con lo que tenemos” expuso la laborista cubana durante los debates. En el caso cubano, Guevara coincide con la necesidad de avanzar en el conocimiento sobre mecanismos y vías para abordar el acoso laboral aunque no exista una norma que lo tipifique.
Aymee Fernandez Toledo,  magistrada Sala de lo laboral del Tribunal Supremo Popular, comparte el criterio de que es necesario perfeccionar la norma laboral en función de dar una mejor respuesta a un fenómeno que es complejo y necesita de un abordaje integral.
No obstante, la jueza expuso mecanismos que permiten dar una respuesta en el presente incluidos en la nueva Constitución de la República como: la previsión de derechos laborales específicos e inespecíficos (artículos 64-70, 40-44, 61) y las garantías jurisdiccionales: acceso a la justicia, debido proceso, tutela judicial efectiva (artículos 92 y 94).
Con anterioridad el Código de Trabajo (Ley 116) establece la responsabilidad del empleador de proteger la integridad física y emocional del trabajador en su artículo. Pero no es suficiente. La abogada Marisol Zapata Sinclair, de Santiago de Cuba, opina que es necesario tipificar el acoso laboral en la norma penal, pues en muchas ocasiones la solución supero los procesos administrativos y civiles.
“Es preciso reformular los ilícitos laborales en el Código Penal cubano” dijo la asesora jurídica durante su intervención en el evento académico.
Para la jueza Aymee Fernandez Toledo  el acoso laboral puede ser proceso a través de otros delitos que si tipifica el Código Penal como amenazas (artículo 284 y 285), coacción (artículo 286), delito contra el derecho de igualdad (artículo 295), incumplimiento de normas de protección e higiene del trabajo.( artículo 296), aplicación indebida de medidas disciplinarias (artículo 297), ultraje sexual, modalidad Acoso (artículo 303 b).

Concluye con éxito Congreso realizado en la Habana sobre acoso laboral

Durante el V Congreso Iberoamericano sobre acoso laboral e institucional
participaron 150 especialistas y activistas.
 (RADIO HABANA)
Los juristas afirmaron que la legislación del trabajo en Cuba tiene que ser actualizada en cuanto que dicha problemática, no solo es un problema laboral, sino también institucional
El día de hoy dio por concluido el V Congreso Iberoamericano sobre acoso laboral e institucional, que se llevó a cabo en La Habana y tuvo una duración durante tres días, el cual contó con la participación de 150 especialistas y activistas.
El evento que se realiza por primera vez en Cuba, ya que las anteriores ediciones correspondieron a México, Argentina, Brasil y Colombia, incluyó debates sobre los factores de riesgos psicosociales y organizacionales, así como del papel de los sindicatos en el enfrentamiento a la violencia laboral, entre otros temas.
En cuanto al tema principal de acoso laboral, los especialistas coincidieron en que la legislación del trabajo en Cuba debe contemplar el tratamiento al acoso laboral, en cuanto afirmaron que la nueva Constitución cubana amplió el ámbito de tutela frente al acoso en el trabajo, pero la legislación laboral tendrá que ser actualizada.
Por su parte, Florencia Pinto Troncoso, presidenta de la Red Iberoamericana por la Dignidad de las Personas, señaló que el acoso no solo es un problema laboral, sino también institucional, e hizo referencia a nuevas manifestaciones como el ciberacoso, de las que dijo traen “consecuencias muy tremendas” para las personas.
Por último, la jurista subrayó la importancia de visibilizar, prevenir y adoptar protocolos para sancionar el acoso en caso de que se presente.
En su turno, la magistrada de la Sala de lo Laboral del Tribunal Supremo Popular, Aymee Fernández, explicó que el ordenamiento jurídico nacional no contempla el acoso en el trabajo ni ofrece una protección diferenciada para su prevención y enfrentamiento, aunque consideró que es posible alcanzar protección en la vía judicial mediante mecanismos legales ya existentes.
La jueza apuntó que la nueva Constitución cubana, que entró en vigor este año, amplió el ámbito de tutela frente al acoso en el trabajo, y en consecuencia la legislación laboral tendría que ser actualizada.
«Hasta el momento en que ello ocurra corresponderá a los órganos judiciales integrar y armonizar la regulación vigente para ofrecer tutela judicial efectiva frente a esta realidad», concluyó Fernández.
Con Información de Radio Habana Cuba
30 AGOSTO, 2019

terça-feira, 3 de setembro de 2019

Declaración final del V Congreso Iberoamericano sobre Acoso laboral e Institucional


Compañeras y compañeros, culminamos en la tarde de hoy, 30 de agosto, el V Congreso Iberoamericano sobre Acoso Laboral e Institucional organizado por una Comisión liderada por la Red Iberoamericana por la Dignidad de las Personas y las Organizaciones, en esta ocasión se ha celebrado en la Habana, capital de Cuba, próxima a festejar en noviembre sus 500 años de fundada, que nos hubo de acoger con el calor humano de siempre para que los resultados alcanzados sigan impulsando las investigaciones y estudios sobre las diferentes manifestaciones de la violencia en el trabajo, bajo la consigna de la importancia de la información, la formación, el tratamiento de las personas victimizadas, el combate y enfrentamiento tanto legal como sindical, político y sobre todo humano y en primer orden, la prevención que es el elemento fundamental para reducir al mínimo el acoso y demás formas de violencia con incidencia en la salud física y mental de las personas, y por qué no, de toda la sociedad en su conjunto, por el elevado costo en la pérdida de seres humanos como consecuencia de la depresión, la ansiedad y otras enfermedades mentales, que se contraen a través del maltrato, las humillaciones, la violencia física y psicológica que son piedra angular de un modelo neoliberal que va en detrimento de los derechos humanos y de la dignidad e integridad física, social y mental de las personas.

Especialmente hemos dedicado tiempo y esfuerzos para hacer visible lo que se quiere invisibilizar y son las diferentes violencias, ante todo, la de género, en sus tipicidades tales como el acoso sexual, sexista, y las graves consecuencias de los feminicidios en la región, en cualquiera de los espacios donde las mujeres desarrollen una actividad profesional y social, siendo su fundamento y origen una visión atávica, androcentrista, patriarcal y discriminatoria en razón del género que pugna contra la igualdad y equidad.

En este importante Congreso, primero que se organiza y desarrolla finalizada la Conferencia de la OIT por el Centenario de su nacimiento, donde se aprobara por mayoría de sus miembros el Convenio 190 sobre la Violencia en el mundo del trabajo, y guiados por los Objetivos de Desarrollo incorporados en la Agenda 2030 de desarrollo Sostenible, los y las participantes reconocemos con profundo pesar que en las relaciones de trabajo, tanto en el sector público como en el privado, hay un marcado retroceso de las conquistas alcanzadas por la clase trabajadora sobre empleo, condiciones y medio ambiente, igualdad en el trabajo, seguridad social  y seguridad y salud en el trabajo, por sólo citar algunas, que han sido flexibilizadas por las políticas de precarización del empleo con amplia incidencia en el crecimiento de las violencias y de su flagelo más cruel, el acoso laboral que deja secuelas a veces permanentes en la salud de las personas, por su repetitividad, agresividad e intencionalidad que lacera la dignidad de las personas y llega hasta los hogares destruyendo el entorno familiar, provocando el consumo de drogas, el alcoholismo hasta el suicidio de la persona acosada.

Comprobamos que la justicia está casi siempre ausente y demandando pruebas que a veces es imposible presentar y cuando las tiene, las obvia y ni toma en cuenta, porque para ella “hay que demostrar con huellas el acoso sufrido”. Esa justicia que con todas las pruebas de inocencia en su mano, retiene pasado ya un año en prisión a nuestro querido camarada Luiz Inacio Lula da Silva, por ser un precedente “incómodo” para el actual gobierno y que ha puesto en jaque y tela de juicio la veracidad del proceso judicial en Brasil en las manos de un juez corrupto actual Ministro de Justicia.

Reiteramos que la violencia se manifiesta por la agudización del modelo neoliberal capitalista responsable y promotor de la mayor ola de migraciones jamás vista que ha derivado en una crisis en la región y las masacres por el narcotráfico como sucede en México y en su panorama más aterrador en Colombia que desde 2016 firmados los acuerdos de Paz en La Habana, dada día asistimos con profundo dolor al asesinato de líderes y lideresas sociales, sindicales, e indígenas con total impunidad que ya sobrepasa los 700 hombres y mujeres, trabajadoras y trabajadores en cuyos hogares se ha perdido el sustento de sus familias.

Asistimos al desmontaje de las condiciones laborales, del empleo digno y de la seguridad social en países como Chile, Brasil y Argentina, donde la reforma laboral  y de las pensiones ha ensanchado el profundo abismo entre los ricos y los pobres, trayendo como resultado el empobrecimiento de la población con un número cada vez mayor de personas con condiciones de pobreza extrema y miseria con pérdida de sus hogares y secuelas para sus vidas por la angustia y la depresión y una vida sin futuro inmediato producto del desempleo yla precariedad de las relaciones de trabajo.

A pesar de los esfuerzos realizados, tanto en Nicaragua, como en Venezuela y Cuba, para el mantenimiento de los logros alcanzados en clave de salud, educación y seguridad social para todas las personas, la conquista de la igualdad y equidad plenas y el empoderamiento de las mujeres,  sus pueblos se enfrentan a la potencia fascista, xenófoba y criminal más violenta del mundo, que nos identifica como “Ejes del mal” y despliega recursos económicos y financieros incalculables con el fin de ahogar su rebeldía, apoyándose en un bloqueo mediático para provocar enfrentamientos internos que no concibe que con tal genocidio brutal para impedir el arribo de medicamentos y alimentos, aún se haga posible la voluntad de cumplir con el sueño de Rubén Martínez Villena poeta del Centenario que en su poema “Hace falta una carga” nos recuerda que esta lucha se emprende “para que nuestros hijos no mendiguen de hinojos la Patria que los Padres nos ganaron de pie.

Por tanto, expresamos el compromiso de todos y todas a:

  • Hacer visibles las causas y consecuencias de la violencia laboral mediante la investigación y estudio de estos fenómenos en el entorno laboral con lo cual garantizamos que los trabajadores y trabajadoras las reconozcan y dominen los factores psicosociales y organizacionales que impiden el ejercicio pleno de sus derechos humanos, tanto a la vida, al empleo digno, a la salud en general.
  • Seguir fortaleciendo el movimiento sindical y hacemos votos por la unidad de sus organizaciones para el fortalecimiento de las Redes en aras de Ambientes Laborales libres de violencia.
  • Colaborar con las Instituciones estatales, gubernamentales y empresariales para que los Gobiernos ratifiquen el Convenio 190 de la OIT como marco propicio para que la propia Declaración de Principios y Derechos Fundamentales, y la promulgación de normas nacionales al respecto, contribuyan a la prevención, enfrentamiento y erradicación de esta pandemia del siglo XXI.
  • Continuar demandando la libertad de Lula hasta su liberación total y completa
  • Reiterar la denuncia a los bloqueos económicos, comerciales y financieros imperiales, a la Ley Helms-Burton y la doctrina Monroe, que constituyen una amenaza sobre nuestra América al atacar a Cuba, a Venezuela y a Nicaragua, siendo instrumentos políticos con pretensiones de dominación colonial que transgreden la independencia, la soberanía y el derecho a la autodeterminación de los pueblos.



Declaração final do V Congresso Ibero-Americano sobre Assédio Laboral e Institucional


Tradução: Taís Ferreira

Companheiras e companheiros, culminamos na tarde de hoje, 30 de agosto, o V Congresso Ibero-Americano sobre Assédio Laboral e Institucional organizado por uma Comissão liderada pela Rede Ibero-Americana pela Dignidade das Pessoas e Organizações, desta vez realizada em Havana, capital de Cuba, próxima de celebrar em novembro seus 500 anos de fundação, que nos recebeu com o calor humano de sempre, para que os resultados alcançados continuem impulsionando pesquisas e estudos sobre as diferentes manifestações de violência no trabalho, sob o lema da importância da informação, formação, tratamento das vítimas, combate e enfrentamento jurídico e sindical, político e principalmente humano e, em primeira ordem, a prevenção que é o elemento fundamental para reduzir ao mínimo o assédio e outras formas de violência que impactam na saúde física e mental das pessoas e, por que não, de toda a sociedade em seu conjunto, devido ao alto custo da perda de seres humanos como resultado de depressão, ansiedade e outras doenças mentais, que são contraídas por abuso, humilhação, violência física e psicológica, que são a pedra angular de um modelo neoliberal prejudicial aos direitos humanos e à dignidade e integridade física, social e mental das pessoas.

Especialmente, dedicamos tempo e esforços para tornar visível o que quer tornar-se invisível e são as diferentes violências, antes de tudo, de gênero, em suas especificidades tais como o assédio sexual, sexista, e as graves consequências dos feminicídios na região, em qualquer dos espaços onde as mulheres desenvolvam uma atividade profissional e social, sendo seu fundamento e origem uma visão atávica, androcêntrica, patriarcal e discriminatória, devido ao gênero que luta contra a igualdade e a eqüidade.

Neste importante congresso, primeiro que se organiza e desenvolve após a Conferência da OIT pelo centenário de seu nascimento, onde foi aprovado pela maioria de seus membros a Convenção 190 sobre Violência no mundo do trabalho e orientada pelos Objetivos de Desenvolvimento incorporados na Agenda 2030 para o Desenvolvimento Sustentável, os e as participantes reconhecemos com profundo pesar que nas relações de trabalho, tanto no setor público quanto no privado, haja um acentuado retrocesso das conquistas alcançadas pela classe trabalhadora no emprego, condições e meio ambiente, igualdade no trabalho, previdência social e saúde e segurança no trabalho, só para citar alguns, que foram flexibilizados pelas políticas de emprego precário, com grande impacto no crescimento da violência e seu flagelo mais cruel, o assédio no local de trabalho que deixa consequências às vezes permanentes na saúde das pessoas, devido à repetitividade, agressividade e intencionalidad que acaba com a dignidade das pessoas e chega aos lares destruindo o ambiente familiar, causando uso de drogas, alcoolismo até o suicídio da pessoa assediada.

Comprovamos que a justiça quase sempre está ausente e exigindo provas que, às vezes, é impossível apresentar e quando as possui, não as leva em consideração, porque para ela “é necessário demonstrar com impressões o assédio sofrido”. Essa justiça que, com todas as evidências de inocência em suas mãos, retém há um ano na prisão nosso querido camarada Luiz Inácio Lula da Silva, por ser um precedente "desconfortável" para o atual governo e que pôs em xeque a veracidade do processo judicial no Brasil nas mãos de um juiz corrupto atualmente ministro da Justiça.

Reiteramos que a violência se manifesta pelo aprimoramento do modelo neoliberal capitalista responsável e promotor da maior onda de migrações já vista que resultou em uma crise na região e aos massacres do narcotráfico, como ocorre no México e em seu panorama mais assustador na Colômbia que desde 2016 assinou os acordos de paz em Havana, onde assistimos com profunda dor o assassinato de líderes e líderanças sociais, sindicais e indígenas com total impunidade que já ultrapassa 700 homens e mulheres, trabalhadoras e trabalhadores em cujas casas são se perderam o sustento de suas famílias.

Estamos testemunhando o desmantelamento das condições de trabalho, emprego decente e seguridade social em países como Chile, Brasil e Argentina, onde a reforma trabalhista e previdenciária ampliou o profundo abismo entre ricos e pobres, resultando em empobrecimento da população com um número crescente de pessoas em condições de extrema pobreza e miséria, com perda de seus lares e consequências para suas vidas devido a angústia e depressão e uma vida sem futuro imediato como resultado do desemprego e da precariedade das relações de trabalho .

Apesar dos esforços envidados, tanto na Nicarágua quanto na Venezuela e Cuba, pela manutenção das realizações em termos de saúde, educação e previdência social para todas as pessoas, a conquista da plena igualdade e equidade plenas e o empoderamento das mulheres, seus povos enfrentam o poder fascista, xenofóbico e criminal mais violento do mundo, que nos identifica como "eixo do mal" e emprega recursos econômicos e financeiros incalculáveis ​​para afogar sua rebelião, contando com um bloqueio da mídia para provocar confrontos internos e não concebe que, mesmo com um genocídio tão brutal para impedir a chegada de remédios e alimentos, seja possível a vontade de realizar o sonho de Rubén Martínez Villena, poeta do centenário, que em seu poema "Um fardo é necessário" nos lembra que esta luta é empreendida “para que nossos filhos não mendiguem pela Pátria que os pais conquistaram de pé.

Portanto, expressamos o compromisso de todos e todas em:

  • Tornar visíveis as causas e consequências da violência no local de trabalho, investigando e estudando esses fenômenos no local de trabalho, o que garante que os trabalhadores e trabalhadoras os reconheçam e dominem os fatores psicossociais e organizacionais que impedem o exercício pleno de seus direitos humanos, tanto à vida, ao emprego decente, à saúde em geral.
  • Continuar fortalecendo o movimento sindical e fazendo votos pela unidade de suas organizações para o fortalecimento das redes em prol dos ambientes de trabalho livres de violencia.
  • Colaborar com as instituições estatais, governamentais e empresariais, para que os governos ratifiquem a Convenção 190 da OIT como um marco propício para que a própria Declaração de Princípios e Direitos Fundamentais, e a promulgação de normas nacionais a esse respeito, contribuam para a prevenção, enfrentamento e erradicação desta pandemia do século XXI.

  • Continuar exigindo a liberdade de Lula até sua libertação total e completa.
  • Reiterar a denúncia dos bloqueios econômicos, comerciais e financeiros imperiais, à Lei Helms-Burton e à doutrina de Monroe, que constituem uma ameaça à nossa América ao atacar Cuba, Venezuela e Nicarágua, sendo instrumentos políticos com pretenções de dominação colonial que transgridem a independência, a soberania e o direito à autodeterminação dos povos.